24 de enero

Nos gustó tanto nuestro cuento de Pincu, que decidimos hacer uno para cada uno. Pero muy diferente...gracias a la ayuda de nuestros papás y mamás, hicimos magia convirtiendo unos yogures en las barrigolas de nuestros pingüínos. 


Pintamos, colocamos y pegamos cada una de las partes de nuestros pincus...eso sí, con mucho trabajo y paciencia, porque...queríamos que nos quedaran muuuy bonitos.


Pero nuestros pingüínos traían una gran sorpresa, en su barriguita escondían un montón de chuches...
¡Qué alegría! 


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